El cantante Miguel Bosé se ha erigido en el nuevo líder mediático del movimiento antivacunas en español. Un hilo en Twitter le convertía en el perfecto sucesor del presentador Javier Cárdenas. En él aseguraba estar en contra de la vacuna de la Covid-19 y aludía a la fundación GAVI, al magnate Bill Gates y a la tecnología 5G como ejes de su particular teoría de la conspiración. Bosé está convencido de que la futura vacuna para el virus SARS-CoV2 se va a utilizar para controlar a la población mundial.
La farmacéutica GAVI, para quien no lo sepa, es propiedad de la fundación BILL & MELINDA GATES, los especialistas en vacunas fallidas que tantas víctimas han causado alrededor del mundo. India les ha expulsado y denunciado. África aún acarrea sus consecuencias. Kenia ha destapado pic.twitter.com/EXzdnEaCdd
— Miguel Bosé (@BoseOfficial) June 9, 2020
Desde #SaludsinBulos hemos monitorizado con la herramienta Atribus el impacto de las declaraciones de Bosé. Sus tweets han tenido más de 143 millones de impresiones entre España y Latinoamérica, más de 1700 tweets y 21.900 usuarios que reaccionaron a estos. Las respuestas fueron de todo tipo, positivas, negativas, memes.
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Pero ¿hay algo cierto en las declaraciones del cantante?
El doctor Francisco Giménez, director del Instituto Balmis de Vacunas, reconoce que la pandemia de la Covid-19 ha impulsado un movimiento en contra de una medida preventiva antes de existir. “Por primera vez en la historia, nos encontramos con un movimiento antivacunas hacia una vacuna que todavía no existe. En Estados Unidos ya hay un porcentaje importante de la población en contra de que se investigue un avance que podría salvar muchas vidas”, indica. “Ahora mismo hay 136 plataformas distintas con vacunas candidatas en investigación para prevenir la covid-19, 10 de ellos han comenzado ensayos clínicos en humanos en distintas fases”, precisa el doctor Giménez. “No hay ninguna vacuna disponible en estos momentos, por eso sorprende la vehemencia de Bosé contra algo que no existe. Y que existirá una vez que pase todas las medidas de control y seguridad de las agencias sanitarias regulatorias correspondientes: FDA, EMA, etc”, añade.
Otro de los tweets de Bosé dice: “La farmacéutica GAVI, a la que ha donado 50 millones el Gobierno español, propiedad de la Fundación Bill & Melinda Gates, ha sido expulsada por la India y denunciada por Kenia”.
¿Qué es GAVI?
Sin embargo, GAVI no es una empresa farmacéutica. Es una alianza internacional para la vacunación infantil. Tampoco es propiedad de la Fundación Bill & Melinda Gates. “GAVI facilita el acceso a las vacunas en países con pocos recursos, gracias al cual hoy en día estos países tienen disponibles modernas vacunas frente a enfermedades como neumonía, gastroenteritis, meningitis y muchas más. Los proyectos de GAVI han hecho realidad el hecho que cualquier vacuna sea igual de accesible para cualquier país independientemente de su desarrollo económico», indica.
«Esta alianza hace un gran trabajo en África, Asia y también en Latinoamérica, invirtiendo en mejorar la salud a través de las vacunas y por tanto permitiendo el desarrollo social y económico de estos países. Los países que reciben la ayuda de GAVI deben reunir una serie de criterios que los hacen vulnerables y los sitúa en riesgo de subdesarrollo y de epidemias con alta mortalidad infantil. Esta ayuda permite la inclusión de vacunas en calendarios a precios muy baratos y accesibles para estos países de manera que pueda impulsarse el desarrollo social, intelectual y económico gracias a la prevención de enfermedades. Invertir en vacunas es invertir en salud. Gracias a las acciones de GAVI en países en vías de desarrollo se han salvado millones de vidas en los últimos 20 años” asegura el doctor Giménez.
Alianza internacional
GAVI, la Alianza Global para la Vacunación y la Inmunización (Global Alliance for Vaccines and Immunisation) cuenta con miembros como UNICEF, la OMS, el Banco Mundial, la Fundación Bill & Melinda Gates y numerosos países que dan su apoyo , entre los que se encuentra España.
La semana pasada GAVI consiguió que múltiples países, fundaciones y empresas se comprometieran a aportar 8.800 millones de dólares en los próximos cinco años para vacunar a unos 300 millones de niños de enfermedades como la polio, difteria y sarampión, así como el desarrollo de una posible vacuna para la Covid-19.
