Campaña de Concienciación

En colaboración con:

Cáncer de Colon

La campaña #CáncerdecolonSinBulos es una  iniciativa impulsada por el Instituto #SaludsinBulos, la Alianza para la Prevención del Cáncer de Colon y Europa Colon, que cuenta con la colaboración de Laboratorios Norgine.

El objetivo principal de esta campaña es sensibilizar a la población sobre la importancia de recurrir a información veraz para prevenir una patología tan prevalente como el cáncer colorrectal que, según datos de la Asociación Española contra el Cáncer, constituyó el 15% de todos los tumores diagnosticados en España en 2020.

Los bulos más virales que circulan por la red sobre esta patología han sido identificados por los integrantes de la campaña y reunidos en un decálogo.

El cáncer de colon y recto es el tipo de tumor con mayor incidencia en España y en las sociedades occidentales, contando hombres y mujeres. Según datos de la SEOM las previsiones para 2020 eran de más de 42.000 personas afectadas. Además, tiene una elevada mortalidad: es la segunda causa de muerte por cáncer.

Según datos de la Asociación Española contra el Cáncer, el cáncer colorrectal constituyó el 15% de todos los tumores diagnosticados en España en 2020 (1).

Pese a estos datos, hay motivos para el optimismo ya que se trata de una enfermedad curable. La información es muy importante para lograr un diagnóstico prematuro y aumentar las posibilidades de éxito en su tratamiento.

¿Qué es el cáncer de colon?

 

Esta patología comienza en el colon o recto y es también denominado cáncer colorrectal. Los pólipos que se originan en el colon o recto pueden convertirse en cancerígenos. Éstos son agrupados en el mismo concepto pues comparten muchas características comunes.

El colon es parte del sistema digestivo. Se trata de un tubo largo y hueco donde el cuerpo produce y almacena las heces y este es el trastorno más común que puede afectar a su correcto funcionamiento, pero no el único.

No todos los pólipos son cancerígenos. Sin embargo, hay una serie de factores de riesgo que indican si un pólipo es propenso a derivar en tumor.

Síntomas de cáncer de colon

Los síntomas de cáncer de colon son muy diversos. Hay una serie de signos de alarma que han de servir al especialista para sospechar de la presencia de este tumor, que suele afectar a personas mayores de 50 años. Los primeros síntomas pueden ser alteraciones en el ritmo intestinal, dolor abdominal, sangre roja en las heces o sangre mezclada con las heces, pérdida de peso sin motivo aparente, anemia y cansancio. Aunque no son signos exclusivos, siempre hay que consultar al médico cuando hacen aparición.

Otros signos comunes son masas en el abdomen, nódulos, incremento anormal del tamaño de un órgano, como el hígado y ganglios aumentados de tamaño. Todos estos síntomas aparecen tanto en hombres como en mujeres.

No obstante, hay que tener también en cuenta que esta enfermedad puede cursar sin síntomas. En los pacientes asintomáticos el diagnóstico se consigue con un screening o colonoscopia o se consigue de forma casual, al llevar a cabo otras exploraciones. De ahí la importancia de participar a partir de los 50 años en los Programas de Cribado poblacional o Screening (término inglés para denominar al cribado) implantados en cada Comunidad Autónoma. Entre las pruebas diagnósticas más comunes de cribado del CCR destacan el Test de Sangre Oculta en Heces (TSOH) y la colonoscopia.

Tipos de Cáncer de colon

En cuanto a sus clases, las principales que existen son:

Es el tipo más común. Aparece en las células que componen las glándulas que produce el moco para lubricar el recto y el interior del colon. Cuando se propaga más allá de la mucosa del colon, pasa a ser un adenocarcinoma invasivo o infiltrante. Su mayor riesgo es que puede extenderse a otros órganos del cuerpo.

Según datos de la American Cancer Society (2), aproximadamente el 5% de las personas afectadas por este tumor tienen familiares que también lo han sufrido. El mayor riesgo tiene relación con familiares de primer grado-padres, hermanos o hijos-que lo hayan tenido.

Esta clase de cáncer de recto surge en las células que se encargan de la producción de hormonas en el intestino. Suelen ser tumores de crecimiento lento, sin presentar síntomas hasta que la enfermedad está avanzada.

Al hablar de linfomas se hace referencia a tumores malignos que se desarrollan en células del sistema inmunológico. Habitualmente se originan en los ganglios linfáticos, pero también hay casos que empiezan en el recto o colon.

Aquí el tumor se origina en las células intersticiales de Cajal, que cubren el tracto intestinal. En sus siglas en inglés es conocido como GIST.

Cómo detectar la enfermedad

El diagnóstico prematuro es clave para tratar con éxito los pólipos de colon malignos. Según datos de la Alianza para la Prevención del Cáncer de Colon, si el cáncer colorrectal es diagnosticado de forma precoz, puede ser curado en un 90% de los casos (3).  Vamos a ver a continuación cómo se diagnostica.

La colonoscopia es la prueba estándar para la detección de esta enfermedad. Según el estudio internacional “Actitudes de la población ante la colonoscopia”, efectuado por la Agencia GFK para Laboratorios Norgine, 7 de cada 10 personas que son sometidas a una colonoscopia afirman que el proceso fue mejor de lo que esperaban.

El objetivo de la colonoscopia es detectar la posible existencia de anomalías en el intestino grueso o recto y, en el caso de detectar pólipos, extirparlos para evitar que se malignicen.

Mediante la colonoscopia el médico visualiza el interior del colon y el recto. El colonoscopio es el instrumento que permite este examen visual, pues va equipado con una diminuta cámara fijada a una sonda flexible, que puede llegar a recorrer toda la longitud del colon.

Para realizar esta prueba es habitual que al paciente le sea administrada una sedación suave. Es un procedimiento sencillo, indoloro y que lleva muy poco tiempo, entre 30 y 60 minutos, por lo general. Como preparación de la prueba, el individuo no debe comer alimentos sólidos en el día anterior a la colonoscopia y ha de tomar una solución para limpiar y vaciar el intestino.

  • El Test de Sangre Oculta en Heces (TSOH) es una prueba diagnóstica de extrema sensibilidad que detecta la presencia de sangre en las heces. Ésta no es indicativa de que se haya desarrollado un cáncer ya que puede tratarse de cualquier otra lesión en el tracto intestinal. Una vez detectada la sangre se procederá a evaluar su origen mediante una colonoscopia.

 

  • El análisis de sangre puede ayudar también a detectar tumores. El médico indica, por lo general, análisis de sangre que incluyen recuento sanguíneo completo, enzimas hepáticas y marcadores tumorales.

Factores de Riesgo

¿Qué causa el cáncer de colon? Su origen es difícil de establecer pues se trata de una enfermedad debida a múltiples factores. Conocer los factores de riesgo puede ayudar a saber cómo prevenirlo. Los principales factores de riesgo modificables son:

Tabaco. El tabaquismo es un factor de riesgo sobradamente conocido en  diversos tipos de tumores, entre los que se incluye el de recto.

Envejecimiento: Que se dé el caso en edad temprana es raro, pero posible. Sin embargo, por lo general, se trata de una enfermedad que afecta a personas mayores. Un estilo de vida activo y saludable, evitando el sedentarismo, puede tener un rol preventivo frente al desarrollo de estos tumores.

Alcohol: El consumo excesivo de alcohol está relacionado con un mayor riesgo de padecer tumor en el colon o recto.

El Tratamiento

El cáncer de colon se cura. En las probabilidades de éxito de cada tratamiento influyen diferentes factores. Cuanto antes se detecta y trata la enfermedad por especialistas cualificados, mejor será el pronóstico y las posibilidades de supervivencia. Los especialistas implicados en el tratamiento incluyen gastroenterólogos, oncólogos y cirujanos, entre otros. La perspectiva multidisciplinar es muy importante para efectuar un abordaje preciso y exitoso del tumor.

El tratamiento incluye abordajes locales o sistémicos. La etapa de desarrollo del tumor es un factor decisivo a la hora de optar por un tratamiento u otro por parte del especialista, así como la edad y estado general del paciente y el tipo de cáncer.

En lo que se refiere al abordaje local, se basa en tratar el tumor sin afectar al resto del cuerpo. En la denominada etapa 0, cuando no se ha propagado a otros órganos, es posible que con la cirugía sea suficiente para curar la enfermedad. En estos supuestos, el cirujano extirpa el pólipo cancerígeno o la zona donde está el tumor. Cuando es demasiado grande, hay que proceder a una extirpación parcial del colon o colectomía parcial.

La cirugía puede ser indicada tanto en la etapa 0 como en fases más avanzadas. Es poco probable que la cirugía sea curativa en la etapa IV, pero puede ayudar a mejorar la calidad de vida del paciente. En esta fase avanzada, la cirugía es un tratamiento paliativo.

Por lo general, estas operaciones tienen pocas consecuencias: no dejan secuelas físicas salvo algunas cicatrices que desaparecen con el tiempo. Hay pacientes que sufren efectos secundarios como sangrado o infecciones, pero no son muy comunes. Sí son más frecuentes algunos casos de modificación de hábitos intestinales.

En algunos casos, la cirugía del cáncer colorrectal puede derivar en la práctica de una estoma. Se trata de una abertura a la altura del abdomen por donde se expulsan los deshechos que se almacenan en una bolsa. Si la estoma se sitúa en el colon se denomina colostomía, si se encuentra en el íleon, ileostomía. Los estomas pueden ser provisionales o definitivos.

En determinadas situaciones, es necesario la indicación de quimioterapia como tratamiento coadyuvante de la cirugía. Esta quimioterapia puede ser administrada por vía intravenosa u oral.

En caso de metástasis la resección completa es el objetivo planteado para aumentar la esperanza de vida de los pacientes.

Por otra parte, la quimioterapia es también uno de los tratamientos sistémicos más utilizados. Su objetivo es eliminar las células tumorales y conseguir así la reducción o erradicación absoluta de la enfermedad.

Una de las primeras preocupaciones de los pacientes es saber cuántas sesiones de quimio deben realizarse. Cada tratamiento es variable y personalizable, desde una única sesión hasta más de 30. Los ciclos de quimio dependen del paciente, el desarrollo del tumor y también de los estándares establecidos tras la realización de ensayos clínicos.

Los fármacos de terapia dirigida tienen como objetivo bloquear las alteraciones producidas en las células tumorales. Es muy normal combinar esta clase de tratamientos para el cáncer de colon con quimioterapia.

Por último, la inmunoterapia busca estimular las defensas naturales del organismo para lograr acabar con el cáncer. La inmunoterapia previa a la cirugía se denomina inmunoterapia neoadyuvante y es empleada para tratar de evitar la extensión del tumor y en la prevención de recidivas.

El cáncer de colon se cura. En las probabilidades de éxito de cada tratamiento influyen diferentes factores. Cuanto antes se detecta y trata la enfermedad por especialistas cualificados, mejor será el pronóstico y las posibilidades de supervivencia. Los especialistas implicados en el tratamiento incluyen gastroenterólogos, oncólogos y cirujanos, entre otros. La perspectiva multidisciplinar es muy importante para efectuar un abordaje preciso y exitoso del tumor.

El tratamiento incluye abordajes locales o sistémicos. La etapa de desarrollo del tumor es un factor decisivo a la hora de optar por un tratamiento u otro por parte del especialista, así como la edad y estado general del paciente y el tipo de cáncer.

Una dieta equilibrada puede resultar útil para prevenir esta enfermedad. Dicha alimentación ha de ser rica en fibra, fruta, agua y verdura, y contener pocos alimentos grasos.

Aunque no hay alimentos “milagrosos”, estudios como el PIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition) (4) concluyeron que el consumo de verduras, frutas, fibras y verduras es muy importante en la prevención de este tipo de patología.

Y también hay alimentos que son considerados “prohibidos” pues existe una relación confirmada con mayor riesgo de padecer pólipos de colon malignos: son las carnes procesadas y productos ricos en grasas.

Una iniciativa de:

#SaludsinBulos

Con la colaboración de:

Norgine

  1. AEEC https://www.aecc.es/es/todo-sobre-cancer/tipos-cancer/cancer-colon
  2. American Cancer Society, factores de riesgo del cáncer colorrectal https://www.cancer.org/es/cancer/cancer-de-colon-o-recto/causas-riesgos-prevencion/factores-de-riesgo.html
  3. Alianza para la Prevención de Cáncer de Colon http://www.alianzaprevencioncolon.es/prevencion/1
  4. European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC) https://epic.iarc.fr/

Código ES-GE-NP-2100277