La terapia por andulación es, en esencia, un sillón de masaje. No aporta nada nuevo. El sillón de masaje es, de hecho, un invento japonés de los años 50 muy familiar en nuestras vidas. Los encontramos en domicilios y hasta en centros comerciales. No hay nada excepcional en ellos más allá de lo sofisticados que puedan llegar a ser en su diseño. Algunos emiten calor, otros vibran y otros tienen un rodillo incorporado, que hace que se sienta como un masaje en la espalda. Algunos modelos además se inflan en las pantorrillas con la intención de aliviar las “piernas cansadas” o incluso masajean las plantas de los pies. En realidad lo único que podemos decir que sea diferencial en la andulación son sus pretensiones terapéuticas, confundiendo salud con bienestar.
Un ejemplo de sus aspiraciones terapéuticas lo constituyen sus afirmaciones sobre el tratamiento para pacientes con fibromialgia(1), una enfermedad crónica cuyos pacientes sufren dolor constante y son vulnerables a las innumerables propuestas de mercado con promesas de curación. Otro ejemplo son sus declaraciones sobre el tratamiento de pacientes con linfedema (2) consecuencia de cáncer de mama. El linfedema de miembro superior es un aumento del tamaño del brazo consecuencia de una insuficiencia del sistema linfático tras el tratamiento quirúrgico donde se extraen ganglios linfáticos y la radioterapia. Aquí el tratamiento de elección es la fisioterapia mediante terapia congestiva con un manguito o vendajes y el drenaje linfático. Ni la vibración, ni el calor que pueda proporcionar la andulación pueden proveer ningún beneficio.
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Terminología confusa
La empresa HHP que comercializa las camillas de andulación en España utiliza la típica estrategia de venta basada en supuestas investigaciones científicas que no son accesibles o solo están publicadas en su propia página web y que emplean terminología confusa y ambigua para atribuirse los beneficios de otros estudios aplicados a su dispositivo, sumado a un conjunto de testimonios de personas que aseguran estar satisfechas. En la web de la terapia de andulación utilizan términos como “Whole-body vibrations”, que podría inducir a error porque es el término que hace referencia a las plataformas vibratorias que empezaron a utilizarse en los centros de alto rendimiento deportivo.
Invocan mecanismos terapéuticos como la mejora de la circulación, algo que provoca cualquier fuente de calor a nivel superficial, y no constituye en sí algo terapéutico (una bofetada también aumenta la circulación en la cara). También aseguran que la vibración mecánica penetra en nuestras células y estimula la producción de ATP, aumentando la energía. Esta es una afirmación pseudocientífica. Sin duda la manera de ponerse en forma no es tumbado en una camilla.
Un sillón de masaje
Como estrategia de marketing, tanto la terapia de andulación, como otros dispositivos similares, tipo camillas Ceragem, se ofrecen a menudo en exposiciones gratuitas para probarlos durante una temporada, mientras poco a poco van convenciendo a los clientes para que compren el suyo, algo que, por cierto, ya hicieron los sillones de masaje japoneses en sus orígenes. En resumen, si usted está pensando en adquirir uno de estos dispositivos porque le resulta relajante o placentero, sea consciente que lo que está adquiriendo no puede tener otras aspiraciones que la de un sillón de masaje.
Referencias.
- Richard, J. Y., Hurley, R. A., & Taber, K. H. (2019). Fibromyalgia: Centralized Pain Processing and Neuroimaging. The Journal of Neuropsychiatry and Clinical Neurosciences, 31(3), A6–187.
- Finnane, A., Janda, M., & Hayes, S. C. (2015). Review of the Evidence of Lymphedema Treatment Effect. American Journal of Physical Medicine & Rehabilitation, 94(6), 483–498.
Rubén Tovar. Asociación Española de Fisioterapia de Pensamiento Crítico.