Los mitos sobre cáncer de tiroides pueden dificultar su prevención y diagnóstico y, por lo tanto, su tratamiento. Con motivo del Día Nacional del Cáncer de Tiroides , que se celebra el 28 de septiembre, la Asociación Española de Cáncer de Tiroides (AECAT) y el Instituto #SaludsinBulos se han unido para localizar y desmontar algunos de los mitos más extendidos que tienen que ver con las causas o factores de riesgo.
- Los hombres no tienen cáncer de tiroides. FALSO. Si bien es más común en las mujeres, también afecta a los hombres, especialmente a medida que envejecen, además, los bebés, niños y adolescentes de ambos sexos también pueden padecerlo.
- Las mamografías producen cáncer de tiroides. FALSO. No es necesario utilizar un protector plomado al hacerse una mamografía, tal y como explica la Sociedad Española de Protección Radiológica (SEPR). Durante la realización de la mamografía el tiroides no está expuesto directamente al haz de RX. Esto, junto a la técnica radiográfica utilizada, y al pequeño volumen irradiado, hace que la dosis de radiación dispersa recibida sea insignificante y, por lo tanto, no es un factor de riesgo.
- Cualquier tipo de bulto o nódulo en la tiroides es señal cancerígena. FALSO. La aparición de un nódulo tiroideo es muy común y a menudo son benignos. De hecho, según datos de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) solo en el 5% de los casos ese bulto resulta maligno.
- El cáncer de tiroides se puede prevenir. FALSO. A pesar de que existen una serie de factores que pueden estar relacionados con dicha patología, como la exposición a radiaciones ionizantes y el déficit de yodo, su prevención actualmente no es posible porque no se conoce con certeza la causa de este cáncer.
- Todas las personas con cáncer de tiroides necesitan cirugía. FALSO. La cirugía es el tratamiento principal para este cáncer. Sin embargo, algunos casos presentan tumores muy pequeños y con ciertas condiciones especiales que pueden quedar en seguimiento activo sin requerir manejo quirúrgico.