Resulta localizable en internet, la noticia de que la ingesta de ajo proporcionaría la capacidad de luchar contra bacterias resistentes y por tanto ser útil en la terapia de infecciones crónicas tales como fibrosis quística o heridas infectadas en pacientes diabéticos.
Según estas fuentes, el ajo que es uno de los alimentos más potentes de la naturaleza y muy presente en la dieta mediterránea, beneficiaria a quienes lo consumen con una vida más largas y sana.
La novedad procede de un estudio realizado por la Universidad de Copenhague (Dinamarca) que daría cuenta que un compuesto sulfuroso que se encuentra en el ajo llamado “ajoene”, se podría usar para combatir a ciertas bacterias potentes responsables de infecciones crónicas graves.
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¿De donde vino la historia?
La historia proviene de una investigación que valoró los efectos supresivos del “ajoene” sobre el “quorum sensing” de dos bacterias, la Pseudomona Aeruginosa y el Staphylococcus Aureus, que son dos de los más importantes patógenos humanos en la clínica.
El “quorum sensing” es un mecanismo de comunicación entre bacterias que permite controlar entre otros,la expresión de factores de virulencia. Este estudio comprobó el efecto inhibitorio del “ajoene” sobre el “quorum sensing” de estas bacterias antes mencionadas y fue publicado en agosto del año pasado por la revista “Scientific Reports”
(Sci Rep. 2017 Aug 29;7(1):9857. doi: 10.1038/s41598-017-09886-8)
¿Que tipo de investigación se hizo en el estudio original?
Se valoró la inhibición de un subtipo del RNA o ácido ribonucleico que se denominas RNA (RNA pequeño regulador) mediada por “ajoene”y que está vinculado a la expresión de factores de virulencia tanto en Pseudomona Aeruginosa como en Staphylococcus Aureus.
¿Que incluyó el estudio?
El estudio se valió de la inserción de un “reporter construct” o gen reportero dentro de las bacterias (plásmido) para valorar o servir de marcador de “expresión”. El gen reportero no es nativamente expresado en la célula u organismo en estudio y se usa para indicar si un determinado gen ha sido tomado o expresado por dicha célula o microrganismo. Comúnmente se usan genes reporteros visualmente identificables implicando proteínas luminescentes y fluorescentes.
¿Cuales fueron los resultados?
Utilizando varios “reporter construct” se observó que el “ajoene”, era capaz de inhibir al sRNA bacteriano y con ello, la expresión de ciertos genes de virulencia (hemolisinas o proteasas), en las poblaciones de PseudomonaAeruginosa y Staphylococcus Aureus estudiadas.
¿Como los investigadores interpretaron los resultados?
Los autores concluyeron que podían confirmar que la modulación del sRNA podía afectar la expresión de genes de virulencia en las bacterias estudiadas. En Pseudomona Aeruginosa y Staphylococcus Aureus, la expresión de proteasas y hemolisinas era menos en presencia de “ajoene”.
¿A qué interpretaciones puede dar lugar el artículo?
Este tipo de artículo y especialmente sus titulares, pueden proyectar en el lector la errónea información de que el consumo de ajo puede ayudar a pacientes infectados (particularmente graves) a combatir dichos procesos.
Conclusiones:
El estudio tenía por objetivo valorar (luego comprobados) los efectos inhibitorios “in vitro” sobre la virulencia bacteriana del “ajoene”, que es un compuesto sulfuroso presente en el ajo. Según este artículo, se pone en evidencia el sRNA puede constituirse en un objetivo de la terapia anti-virulencia bacteriana y que el ajoene, podría ser una parte estructural en la misma.