Recientemente, varios medios de difusión han destacado la noticia de que la ingesta de alcohol, facilitaría el hablar un idioma no nativo recientemente aprendido. La procedencia de esta novedad sería un estudio realizado por un grupo de investigadores de prestigiosos centros del Reino Unido, Holanda y Alemania.
Según estas fuentes, la investigación habría dado cuenta que una dosis baja de alcohol afectaría ciertas “funciones ejecutivas” cerebrales que serían importantes en incrementar la habilidad para hablar una segunda lengua (no nativa) al mejorar su pronunciación y como consecuencia de una mayor confianza y menor ansiedad.
Índice de contenidos
- Este es un elemento de encabezado personalizado
- ¿De dónde vino la historia?
- ¿Qué tipo de investigación se hizo en el artículo original?
- ¿Qué incluyó el estudio?
- ¿Cuáles fueron los resultados básicos?
- ¿Cómo se interpretó el artículo a la hora de hacer la noticia?
- ¿A que interpretaciones puede dar lugar el artículo?
- Conclusiones
- Este es un elemento de encabezado personalizado
- Este es un elemento de encabezado personalizado
Este es un elemento de encabezado personalizado
¿De dónde vino la historia?
La historia proviene de una investigación que valoró los efectos del consumo agudo de alcohol sobre las habilidades lingüísticas de un idioma no nativo en individuos que recientemente lo habían aprendido. Como elemento de medición de la mejoría lingüística se utilizaron tanto una valoración propia realizadas por los mismos concursantes como las efectuada por observadores independientes.
La investigación fue publicada en octubre del año pasado en la revista “Journal of Psychopharmacology” fue realizada en los siguientes sitios: Departamento de Ciencias de Psicología Clínica de la universidad de Maastricht (Holanda), Unidad de Investigación Médica de Ciencias Cognitivas y Cerebrales de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), Departamento de Ciencias Psicológicas de Universidad de Liverpool (Reino Unido) , Centro de Estudios sobre Alcohol y Tabaco de Liverpool (Reino unido), Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurocioencias del King’s College de Londres (Reino Unido) y el Departamento de Psicología Clínica y Psicoterapia de la Universidad de Freiburg (Alemania). Journal of Psychopharmacology (2017). DOI: 10.1177/0269881117735687
¿Qué tipo de investigación se hizo en el artículo original?
Los investigadores valoraron los efectos de una baja dosis de alcohol sobre la capacidad de conversar en holandés. Los participantes fueron 50 alemanes nativos que se hallaban estudiando holandés en la Universidad de Maastricht (Holanda) y que recientemente, habían aprendido a hablar, leer y escribir en dicho idioma. Estos individuos fueron aleatorizados a beber una baja dosis de alcohol o una bebida control (sin alcohol) antes de conversar por unos minutos en holandés con un entrevistador. La dosis exacta de alcohol osciló según el peso corporal de los participantes pero fue equivalente a casi 460 ml de cerveza al 5%, (referencia: hombre de 70 kilos) .
¿Qué incluyó el estudio?
La conversación fue grabada en audio y las habilidades de los participantes para expresarse en holandés fueron calificadas por 2 observadores nativos holandeses que desconocían si el participante pertenecía al grupo que había consumido alcohol o no. Por otra parte, los mismos participantes también calificaron sus propias habilidades para hablar en holandés durante la conversación previamente registrada (autoevaluación).
¿Cuáles fueron los resultados básicos?
Los investigadores encontraron que los participantes que habían consumido alcohol tenían según los observadores, una mejoría significativa de sus competencias lingüísticas específicamente mejor pronunciación del holandés en comparación, con aquellos que no habían consumido alcohol Sin embargo, el alcohol no tuvo el mismo efecto según las autoevaluaciones realizadas por los propios concursantes.
¿Cómo se interpretó el artículo a la hora de hacer la noticia?
Los autores concluyeron que el consumo agudo de alcohol puede tener efectos beneficiosos en la pronunciación de un idioma extranjero en personas que recientemente aprendieron dicho idioma. Sin embargo los autores matizaron que los participantes en este estudio solo habían consumido una baja dosis de alcohol y que mayores niveles de consumo podrían no tener efectos beneficiosos sobre la pronunciación de un idioma extranjero. Por otra parte también expresaron que se debía ser cauteloso sobre las implicaciones de estos resultados dado que podrían obedecer a una reducción de la ansiedad como efecto del alcohol.
¿A que interpretaciones puede dar lugar el artículo?
Este tipo de artículo y especialmente sus titulares, pueden proyectar en el lector la errónea información de que la ingesta de bebidas alcohólicas, favorecería las habilidades lingüísticas de un idioma no nativo recientemente aprendido.
Conclusiones
El estudio tenía por objetivo valorar si la ingesta alcohol podía mejorar las habilidades para hablar un segundo idioma no nativo (luego cumplido). Sin embargo, este hecho no está vinculado a un efecto beneficioso propio del alcohol sino que como es conocido, el alcohol aumenta la autoconfianza y reduce ansiedad social lo cual podría conducir a una mejora la habilidad del lenguaje cuando se interactúa con otra persona.
Hay que recalcar que la ingesta aguda alcohol (sin contar efectos crónicos), deteriora las funciones cognitivas del individuo, alterando su capacidad de memoria, de poner atención, de mantener la concentración y el autocontrol y conduce, a comportamientos inapropiados.