Dieta del Vino y el Jamón

En estas últimas semanas distintos medios de comunicación se han hecho eco de la denominada dieta del Vino y el Jamón, como una excelente dieta para perder peso y que además ofrecía una serie de ventajas al estar completamente equilibrada.

Extrañados como mínimo por la noticia, nos hemos puesto a indagar de que se estaba hablando, ya que en múltiples ocasiones hemos advertido de los riesgos del consumo de bebidas alcohólicas, incluido el vino, de las múltiples consecuencias y de los muy escasos beneficios, a dosis muy bajas, si es que realmente existen.

Nos llama la atención especialmente el nombre de la dieta, ya que incluso en alguna de las reseñas periodísticas al respecto se puede ver como el vino y el jamón, no son una dieta en sí mismo, si no alguno de los componentes de esta.

Veamos pues, la dieta viene avalada por el Instituto Médico Europeo de la Obesidad, que situado en Madrid se definen como: centro de referencia en Europa que está especializado en la obesidad y en el sobrepeso que utiliza un proceso multidisciplinar integral para cada paciente. Aborda el problema desde los ámbitos médico, quirúrgico, nutricional, estético, físico y psicológico para que el paciente logre llegar a su peso ideal y que los resultados se prolonguen en el tiempo. (https://www.imeoobesidad.com/) y el autor es Rubén Bravo, Licenciado en Publicidad y RRPP por la Universidad Europea de Madrid, Dietista Colegiado 1988 en el Colegio Profesional de Técnicos Superiores Sanitarios de la Comunidad Valenciana, PostGrado de Especialista en Nutrición, Gastronomía y Vinos por la Universidad Camilo José Cela. Cátedra Ferran Adriá, ExPresidente de la Organización Colegial de Naturópatas FENACO de la Comunidad de Madrid.Diplomado en Naturopatía por el Instituto Superior de EstudiosNº de Colegiado 3351 de la Organización Colegial Naturopática Española FENACO.Director del Departamento de Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad y portavoz público de esta entidad y Presidente y fundador de Global Health Premium entre otras cosa además de docente en temas de nutrición en distintas Universidades. Según indica en su blog (dietavinojamon.es).

En el mismo blog encontramos la explicación de la dieta, y de las virtudes del jamón y del vino, estas últimas desmontadas repetitivamente en https://saludsinbulos.com/y en distintas revistas de impacto científico. De nuevo se insiste mucho en el resveratrol, compuesto que está presente en distintos alimentos como las ostras, cacahuetes o nueces y múltiples frutas y en el jugo de uva el extracto de semilla de uva y en el propio hollejo. Es decir, quien quIera tomar resveratrol no tiene porqué beber vino tinto, tiene múltiples alternativas.

Pues bien, más allá de esto y siguiendo con las indagaciones, vamos a seguir haciendo referencia al propio blog del autor, ahí vemos que la dieta consiste en mucho más. Ésta es la referencia:

La Dieta Vino y Jamón es una dieta hipocalórica de corte mediterráneo donde aparte de beber diariamente vino tinto y comer Jamón Ibérico, también encontraremos en abundancia y variedad los siguientes alimentos:

  • Verduras y hortalizas ricas en vitaminas, minerales y fibra
  • Frutas de bajo y medio índice Glucémico
  • Carnes magras con proteínas de alto valor biológico
  • Pescados blancos y azules ricos en omega 3
  • Frutos secos con componentes cardioprotectores
  • Pan elaborado con cereales integrales
  • Legumbres ricas en hierro y fibra
  • Aceite de oliva extra virgen como grasa estrella, imprescindible en un estilo de vida saludable.

Y claro la mencionada dieta no está exenta de excepciones, o mejor dicho de situaciones o personas que no deben seguirla, para lo cual tomamos como referencia el propio blog:

No deberán seguir la Dieta del Vino y el Jamón:

  • Mujeres embarazadas
  • Mujeres en periodo lactante
  • Personas con el ácido úrico elevado o con tendencia a ello
  • Personas con problemas de hipertensión
  • Personas con insuficiencia cardíaca
  • Personas con enfermedades hepáticas
  • Menores de 18 años
  • Personas siguiendo cualquier tipo de tratamiento médico deberán consultarlo antes con su facultativo

 Añade además lo conveniente y complementario que es la realización de ejercicio, lógico por otro lado, como en cualquier dieta indicada no solo para adelgazar sino para llevar una vida sana.

¿Por qué pues denominar a todo este complejo y obvio régimen alimenticio, dieta del vino y el jamón? Yo creo que no podemos dar respuesta a esta pregunta, aunque invita a la reflexión. ¿No creen?

Y es que visto lo visto, no encontramos base científica que sustente, al menos este nombre para una dieta.

Y, perdón, no quiero terminar sin mencionar el cargado sexismo del blog. No se si este es el sitio adecuado, pero las imágenes que acompañan lo único que ayuda es a incrementar los estereotipos y la cosificación de la mujer.

Como muestra una imagen:

 

Sin palabras.

 

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