agua de mar como superemedio

El agua de mar ¿un superremedio?

La noticia

Aquí está la noticia original de la revista Mia.

“La vemos en todos los escaparates de los herbolarios y las tiendas ‘bio’. ¿El motivo? Su capacidad para remineralizar el organismo, entre otras virtudes.”

Detrás del titular

El 97,3 del agua de la tierra es agua salada. La vida se generó en el mar. El agua de mar tiene muchos minerales necesarios para nosotros.

Y ya está. Estas tres frases son ciertas. Pero de ahí a decir que beber agua de mar es un superemedio va un trecho largo. Vamos poco a poco con cada punto de esta noticia.

Fuente de minerales

Por supuesto que es una fuente de minerales. Aquí dos apuntes:

  1. Minerales hay en muchos alimentos sin tener que asumir ningún riesgo.
  2. Con la cantidad que se consume, no se completan ni de lejos los minerales necesarios. Cosa que sí hace una dieta correcta.
  3. No necesitamos alcalinizar nuestro cuerpo. Existe un sistema, homeostasis (que significa estabilidad) que evita los cambios de pH en el organismo. La sangre tiene un pH determinado que ningún alimento puede modificar. Una pequeña variación en ese pH puede significar la muerte de la persona, así que, si algo tan simple como los alimentos pudieran hacerlo, no habríamos llegado a donde estamos hoy. (Sirva esto también para el bulo de la dieta alcalina.)

Efecto antibiótico

Efectivamente el agua de mar favorece la cicatrización, pero es debido a otro efecto químico, la ósmosis. Quédense con el término que lo volveremos a usar después.

La difusión de un disolvente a los dos lados de una membrana semipermeable para igualar concentraciones de sal (en este caso) es un fenómeno físico que se da con más frecuencia de lo que pensamos.

Piensen en cuando comen pipas saladas. Sus labios se quedan secos y agrietados, ¿verdad? Es por culpa de la ósmosis. Como la sal es muy grande para pasar de un lado a otro de la membrana, para conseguir esas mismas concentraciones a los dos lados, sale el agua. Por eso se resecan. Pues lo mismo en una herida. Las bacterias se secan, los granitos se “medio” secan… es química. Pero si necesitamos curar una herida, ya tenemos medios que lo consiguen más rápido y con más seguridad ya que en el agua de mar también hay otras muchas bacterias que nos pueden perjudicar en zonas abiertas.

Higiene nasal y ocular

La concentración de sal de la nariz y los ojos también es específica. No sé si han abierto ustedes los ojos en el mar alguna vez. No sé si necesitan alguna explicación más. Pican, se enrojecen… no, no cura nada.

En el caso de la higiene nasal, habrán visto que hay preparados de “agua de mar”. No se puede comparar a utilizar agua de mar con una “pera” (como dice el artículo) o utilizar los envases que pueden encontrar en el supermercado (esos son para cocer marisco) De nuevo, la concentración de sal está controlada. Si utilizan agua con concentraciones de sal diferentes, volverá a actuar la ósmosis. Si la concentración es elevada, el agua saldrá para regularla, su nariz se secará y encima tendrá una sensación de más “moqueo”.

Efecto laxante

Les escribo textualmente: “tomarlo por la mañana, un día en que no se salga de casa: se produce una depuración del intestino tan potente como una hidroterapia de colon”. De nuevo el efecto de la ósmosis pero en este caso, en su intestino. La cantidad de sal que pasa por su intestino es tan grande, que el agua saldrá para igualar las concentraciones. Esto provocará una diarrea osmótica que hace que pierda agua de su cuerpo, es decir, deshidratación, y no poca. (Sirva esto también para desmentir que las bebidas hipertónicas sirvan para la diarrea.) Y como extra, no, no necesitamos hidroterapias de colon. Ni son útiles ni sirven para nada. Nuestro colon está perfecto como está.

En resumen: Minerales en la alimentación, medicina para curar las heridas, agua del grifo para beber.

Contra el miedo, conocimiento. Contra la desinformación #saludsinbulos.

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