El consumo de bebidas alcohólicas puede llegar a perjudicar al organismo

Un artículo publicado en una revista española dirigida a las mujeres, que lleva por título “Tomar un gin tonic te puede ayudar con las arrugas y dolores articulares”, hace unas afirmaciones que no tienen fundamento científico, ya que habla de supuestos beneficios del consumo de ginebra para la piel, los dolores articulares, el hígado y riñones.

Dicho artículo fundamenta los supuestos beneficios de la ginebra en las propiedades antioxidantes de las bayas de enebro. Pero que la ginebra haya sido aromatizada con el sabor de las bayas de enebro no justifica científicamente que la ginebra tenga propiedades antioxidantes, ya que los flavonoides, (a los cuales atribuyen las mencionadas propiedades antioxidantes de las bayas de enebro), no están contenidos en la ginebra, sino sólo, en las bayas de enebro.

Por otro lado, los flavonoides son de origen vegetal y se encuentran también en otras frutas y vegetales, como los arándanos, frambuesas o la uva. Por, tanto, no es necesario tomar bebidas alcohólicas para beneficiarse de los supuestos efectos beneficiosos de los flavonoides, sino que es suficiente y mucho mas natural comer uva, frutos rojos, otras frutas o determinados vegetales.

Tampoco es cierto que la ginebra o las bebidas alcohólicas sean buenos medicamentos, ya que todas ellas producen EFECTOS de REBOTE, de manera que cuando una persona las toma para aliviar el dolor, la ansiedad, el insomnio o la depresión, si bien puede notar un primer efecto de alivio, al cabo de pocas horas, cuando finaliza el efecto del alcohol ingerido, la persona se encuentra no igual de mal que antes sino incluso peor que antes. Lo cual genera un proceso de empeoramiento progresivo del síntoma que la persona pretendía aliviar.

Las bayas sólo se usan para aromatizar

La ginebra es una bebida, que se obtiene por la destilación de cereales o de uva, que contiene un 40% de alcohol puro o etanol. La utilización de bayas de enebro o de otros frutos o vegetales, para aromatizar la ginebra, no significa que la ginebra contenga parte de dichos frutos, ni siquiera de sus componentes supuestamente beneficiosos para la salud, sino que  simplemente puede haber tenido algún contacto con dichos frutos o simplemente con esencias aromatizantes.

En definitiva, es el 40% de alcohol etílico o etanol el que va a tener repercusiones sobre la salud. Si aplicamos fórmula para calcular los gramos de alcohol que contiene un combinado de cualquier destilado, como la ginebra, comprobaremos que una consumición habitual, de 50 centímetros cúbicos de ginebra, contiene 15 gramos de alcohol puro.

La Organización Mundial de la Salud establece en 20 gramos al día, para una mujer y 40 gramos al día para un hombre, el límite entre el consumo de alcohol de bajo riesgo y el que puede perjudicar al organismo. Ya que, por encima de este límite, ya aumenta el riesgo de enfermedades del hígado, del páncreas, del sistema nervioso, del corazón y de otras, a medio o largo plazo.

https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/274603/9789241565639-eng.pdf?ua=1

Atracones de bebida

El Instituto de Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA) de los Estados Unidos define el concepto de consumo en “atracones” de bebida (“binge drinking”) como la ingesta ocasional de 4 o más consumiciones en una mujer (5 o más en un hombre) concentradas en pocas (2) horas.

https://www.niaaa.nih.gov/alcohol-health/overview-alcohol-consumption/moderate-binge-drinking

Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista Lancet, por Angela Wood y colaboradores, efectuado con una muestra de casi 600.000 personas ha comprobado que un consumo semanal que supere los 100 gramos de alcohol está asociado con un claro mayor riesgo de hipertensión arterial, arritmia, cardiomiopatía, aneurisma aórtico, accidente vascular cerebral y enfermedades coronarias (excepto infarto de miocardio).

https://www.thelancet.com/pdfs/journals/lancet/PIIS0140-6736(18)30134-X.pdf

https://www.thelancet.com/pdfs/journals/lancet/PIIS0140-6736(18)30545-2.pdf

Otro estudio reciente, efectuado tras la revisión de otros 592 estudios sobre los riesgos del consumo de alcohol para la salud, confirma que el consumo de alcohol ha sido el séptimo factor de riesgo de muerte y discapacidad en el año 2016. Y que para las personas mayores de 50 años, los cánceres son la causa más frecuente de muerte, relacionada con el consumo de bebidas alcohólicas. Concluyendo que la opción más saludable es no tomar bebidas alcohólicas. Es decir, que cualquier nivel de consumo aumenta el riesgo de muerte prematura o discapacidad y que dicho riesgo va en proporción a la cantidad y frecuencia de consumo de bebidas alcohólicas. http://dx.doi.org/10.1016/S0140-6736(18)31310-2

Alcohol y cáncer

Diversos organismos científicos dedicados al estudio y el tratamiento del cáncer establecen que 10 gramos de alcohol al día aumentan un 5-7% el riesgo de cáncer colorrectal y de mama (para mujeres). De manera que el riesgo es acumulativo, en función de la cantidad de alcohol que ingiere cada persona. Es decir, que pequeñas cantidades de cualquier clase de alcohol, que incluye no sólo la ginebra, sino también la cerveza o el vino, aumentan el riesgo de determinados cánceres –sobretodo del aparato digestivo y de mama-. Y este riesgo se puede sumar al que cada persona puede tener por motivos genéticos, hormonales o de otra índole. http://www.awarh.eu/campaign-material/

Por tanto, los resultados de los más recientes e importantes estudios confirman que los supuestos beneficios del alcohol para la salud son especulaciones que carecen de fundamento científico y que, además, son ampliamente superados por sus inconvenientes.

http://www.adicciones.es/index.php/adicciones/article/view/264/252

Otro problema a tener en cuenta son las posibles interacciones perjudiciales que tienen las bebidas alcohólicas, cuando una persona toma medicamentos tales como (1) una mayor sobrecarga o enfermedad del hígado, cuando toma alcohol asociado al paracetamol, (2) mayor riesgo de hemorragia del tubo digestivo o en el cerebro con alcohol y aspirina o ibuprofeno y (3) mayor  sedación y riesgo de sobredosis al asociar alcohol con los calmantes del dolor parecidos a la morfina, los tranquilizantes o las pastillas para dormir. Por estos motivos no es conveniente tomar bebidas alcohólicas cuando una persona tiene que tomar dichos medicamentos..

https://www.niaaa.nih.gov/sites/default/files/publications/medicine_1.pdf

https://www.niaaa.nih.gov/publications/brochures-and-fact-sheets/harmful-interactions-mixing-alcohol-with-medicines-spanish

Adicción al alcohol

Además, el impacto repetido sobre el cerebro de elevadas concentraciones de alcohol, como las que se producen en los “atracones” de bebida, genera cambios adaptativos en el funcionamiento de los circuitos cerebrales que regulan tanto el deseo de beber alcohol, como el auto-control sobre la cantidad de alcohol ingerida por ocasión. Y tienen un papel decisivo en la transición desde el consumo excesivo hasta la adicción al alcohol.

La persona que ha desarrollado una adicción al alcohol NECESITA mantener un consumo excesivo de alcohol, a pesar de haber sufrido reiteradamente sus consecuencias negativas, debido a que NO PUEDE EVITAR seguir bebiendo en exceso. Tiene dificultades para controlar las cantidades de alcohol que ingiere. Cuando toma una primera copa, experimenta un deseo intenso de seguir bebiendo rápidamente, con dificultad para detener el consumo, acaba bebiendo en exceso y esto le ocasiona consecuencias negativas (inmediatas y a largo plazo). Es decir, necesita beber alcohol y no puede evitar las consecuencias negativas reiteradas de sus episodios de consumo excesivo de alcohol. Por estos motivos, la persona que quiere recuperarse de una adicción al alcohol requiere un tratamiento especializado.  http://www.socidrogalcohol.org/manuales-y-guias-clinicas-de-socidrogalcohol.html

Por todo ello, los mensajes simplistas de que el alcohol puede tener algún beneficio para la salud, se convierten en engañosos cuando se descontextualizan del elevado número de enfermedades y lesiones que puede llegar a causar el consumo excesivo de alcohol, o también del riesgo a desarrollar una adicción al alcohol.

http://www.adicciones.es/index.php/adicciones/article/view/264/252

Además, las bebidas alcohólicas tienen un elevado contenido calórico, que va en proporción a los gramos de alcohol que contiene cada una de ellas. Es decir, a mayor graduación, mayor contenido calórico, que no sólo no ayuda a quitar la sed ni el calor, sino que además contribuye a ganar peso. Por este motivo las bebidas alcohólicas y los refrescos son las primeras sustancias que se retiran en una dieta para adelgazar.

Finalmente, cualquier consumo de alcohol, en una mujer embarazada, supone un riesgo de exposición prenatal al alcohol para el bebé. Los “atracones” de bebida puede favorecer la desinhibición sexual y aumentar el riesgo de tener actividad sexual sin protección, lo cual aumenta el riesgo de embarazo. Una mujer puede tardar varias semanas en saber que está embarazada y su consumo de alcohol durante el embarazo puede causar un síndrome alcohólico fetal en el futuro bebé, El síndrome alcohólico fetal es la segunda causa de retraso mental y cursa con malformaciones diversas. Son consecuencias irreversibles e incurables, que el bebé y sus cuidadores sufrirán durante toda su vida. https://www.youtube.com/watch?v=w_WiXlO-Fok

https://medlineplus.gov/spanish/fetalalcoholspectrumdisorders.html

Desmontando el bulo

Existen pocas evidencias científicas bien contrastadas que demuestren que el consumo de ginebra puede ser bueno para la salud. Sin embargo, existen muchas que han confirmado reiteradamente las consecuencias negativas del consumo excesivo de ginebra o de cualquier otro tipo de bebida alcohólica. Además, el consumo excesivo de ginebra aumenta el riesgo de muy diversas consecuencias negativas sobre la salud, la seguridad y el bienestar, tanto para la persona que toma bebidas alcohólicas en exceso, como para las personas de su entorno. Y cuando una persona ha desarrollado adicción al alcohol no puede controlar su consumo y tiende a beber en exceso sin poder evitarlo, a pesar de las consecuencias negativas que le provoca.

Conclusiones

  1. Muchos estudios han comprobado repetidamente que el consumo excesivo de alcohol es la causa única o principal de múltiples enfermedades y que va a interferir además en la recuperación de dichas enfermedades.
  2. Un consumo superior a 100 gramos de alcohol a la semana, es decir, 1 botella de vino, o 3 litros de cerveza o 6 copas o combinados (en total) a la semana, aumentan el riesgo de diversas y graves enfermedades del corazón y del aparato circulatorio.
  3. Los estudios más recientes confirman que el consumo moderado de alcohol no reduce el riesgo de muerte prematura y, por tanto, esta afirmación es una especulación que carece de fundamento científico.
  4. El consumo excesivo y concentrado de alcohol, en forma de “atracones” de bebida, es la causa de muchos accidentes, caídas y lesiones. Así como también de muchos conflictos interpersonales, discusiones, peleas y agresiones.
  5. El alcohol tiene propiedades adictivas que pueden contribuir a que algunas personas desarrollen adicción al alcohol (o alcoholismo) y mantengan un consumo excesivo de alcohol, a pesar de que les ocasiona enfermedades, consecuencias negativas o “problemas” reiterados, que no pueden evitar.
  6. Muchas personas que han desarrollado una adicción al alcohol (o alcoholismo) se han recuperado, gracias a un tratamiento especializado del alcoholismo.
  7. El tratamiento especializado del alcoholismo detiene el curso progresivo de esta enfermedad, cuya evolución espontánea tiende a la recaída y a su cronificación.
  8. Diversos medicamentos y diversas intervenciones psico-sociales han demostrado que son eficaces para recuperarse del alcoholismo.

 

 

 

 

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