Principales mitos en fotoprotección

Los mitos y bulos sobre la fotoprotección son habituales en los meses de verano, que es cuando más uso hacemos de las cremas solares. Pese a que los profesionales de la salud recomiendan el uso de lociones frente a la radiación solar, no es habitual seguir esas indicaciones. Afortunadamente, sí estamos acostumbrados a emplearlas en verano, cuando estamos más expuestos a las radiaciones y los efectos dañinos que puede tener sobre nuestra piel y a la larga, en nuestra salud.

Sin embargo, hay muchas falsas creencias sobre cómo, cuándo, y quién debe emplear cremas con factor de protección solar, así como leer correctamente la información que encontramos en la caja o el envase del producto. Por ello, resumimos los principales mitos que hemos detectado y que nos han ayudado a desmontar desde ASPROFA y la AEDV.

Decálogo de mitos en fotoprotección

  1. Los fotoprotectores son válidos de un año para otro (Falso)

Las cremas solares, al igual que otros cosméticos, se rigen por el PAO (Periodo After Opening). Este alude al tiempo, después de su apertura, en el que el producto mantiene sus características. Se representa con un tarro abierto marcando 3M-6M-12M. No obstante, aparte del tiempo que marque hay que tener en cuenta las condiciones en las que se conserva la loción ya que en verano están sometidas a condiciones extremas de humedad y temperatura y también es posible que se llenen de arena de la playa.

  1. Todos los fotoprotectores son iguales (Falso)

En las cremas fotoprotectoras nos podemos encontrar filtros físicos, que reflejan la radiación incidente (pantallas solares) y filtros químicos que absorben parte de la misma de determinada longitud de onda y llevan sustancias químicas que pueden provocar alergias. Además, entre los diferentes productos para protegernos del sol hay diferencias en cuanto a:

  • Fotoestabilidad: no es suficiente con que el producto contenga filtros, si no que estos deben ser lo más estables posible bajo la acción de la radiación solar.
  • Fotoprotección: Hay productos que solo protegen frente a la radiación ultravioleta B (UVB), mientras que otros incorporan filtros frente al UVA, el infrarrojo A o la luz visible.
  • Remanencia: es la adherencia del producto a la piel.
  • Texturas: constituyen una diferencia fundamental ya que, aunque los filtros son importantísimos, el mejor solar es que se utiliza, y el uso depende en gran medida de que la textura del producto se adapte a nuestros gustos y preferencias.
  1. Existen protectores que bloquean el 100% de la radiación (Falso)

Ninguna crema solar bloquea el 100% de las radiaciones. Ni siquiera mezclando diferentes filtros lograremos bloquear la radiación por completo.

  1. Con una aplicación diaria de factor de protección es suficiente (Falso)

La permanencia en la piel de una loción es como máximo de 2 horas. Por este motivo, debe reaplicarse cada 2 horas. También después de baños de más de 20 minutos, si hay una sudoración excesiva o si ha habido fricción en la zona como al jugar con la arena, secarse con la toalla, etc.

  1. En invierno y los días nublados no es necesario aplicar un protector solar (Falso)

Las nubes filtran la radiación infrarroja solar que es la que nos proporciona calor. Pero dejan pasar parte de la radiación ultravioleta. Por tanto para protegernos bien del sol, debemos aplicar protección en las zonas expuestas también cuando está nublado y en invierno.

  1. Si me aplico protector solar, no me pongo moreno (Falso)

No existe la protección 100%, por lo que siempre habrá una cantidad de radiación solar que nos incida en la piel y que active el sistema de protección natural del cuerpo, la producción de melanina. Estar moreno significa que nuestra piel está siendo agredida por la radiación solar y está fabricando melanina para intentar protegerse.

  1. La piel morena (o raza negra) no se quema y no necesita aplicar protector (Falso)

La población de raza negra, o los fototipos más altos, se broncean antes. Tienen más cantidad de melanina del tipo “Eumelanina” que tiene un tono más oscuro. Aunque es más complicado que se quemen, eso no quiere decir que su piel no sufra los efectos dañinos del sol. La radiación solar afecta a todos los tipos de piel.

  1. Las cremas resistentes al agua no hacen falta que se reapliquen (Falso)

Según la regulación actual, todos los protectores deben aguantar al menos un baño de 20 minutos. Algunos, duran más tiempo, y lo indican en sus envases con los términos: waterresistant: aquellos que demuestran eficacia tras un baño de 40 minutos; y waterproof o verywaterresistant: aquellos que continúan siendo eficaces tras un baño de 80 minutos. No obstante, la recomendación más adecuada es que tras el baño, se reaplique el producto de protección, sobre todo si te has secado con la toalla.

  1. Dos cremas protectoras suman su actividad (Falso)

Si aplicamos un producto con SPF 20 y otro con SPF 30 no lograremos  protegernos el equivalente a un producto con SPF 50. Solo conseguiremos la protección que nos confiere el producto con un SPF mayor.

  1. El factor de protección (SPF) indica el tiempo de protección (Falso)

El SPF refleja cuantas veces más podemos estar expuestos al sol, para producir el mismo efecto de eritema o enrojecimiento, que si no hubiéramos aplicado el protector solar. Si el primer día que nos ponemos al sol aguantamos 10 minutos sin quemarnos, con un protector solar del 30, podríamos aguantar 30 veces más. Este índice se refiere sólo a la protección frente a los rayos UVB.

 

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