polisorbato de la vacuna de la gripe

La causa de la pandemia del Covid19 no es el polisorbato

La causa de la pandemia del Covid19 no es el polisorbato presente en la vacuna de la gripe, como sugiere un  estudio del Hospital de Barbastro que circula en redes sociales y Whatsapp, no publicado en ninguna revista científica. Dicho estudio, que aventura la hipótesis de que las muertes por coronavirus se deben a un componente de la vacuna de la gripe ya ha sido desmontado el Instituto #SaludsinBulos con la colaboración de diferentes expertos, que lamentan que contribuya a las teorías de la conspiración, que han alimentado algunos famosos como Miguel Bosé. La Sociedad Española de Inmunología (SEI) también es contundente al criticar los fallos de este estudio. Lo explica la doctora María Montoya, miembro de la junta directiva de la SEI e investigadora del CIB-CSIC, con la colaboración de otros miembros de la junta directiva de SEI.

 

El viernes 26 de junio, a las puertas del primer fin de semana en el que nos podemos desplazar sin restricciones para visitar a familiares y amigos, nos hemos despertado con la noticia sobre un artículo de JF Gastón Añaños y colaboradores titulado “Posible causa de la pandemia por coronavirus”. A priori es un título provocador que nos incita a seguir leyendo. El título continúa con el siguiente enunciado: “Interferencia inmunológica entre el POLISORBATO 80 de la vacuna antigripal adyuvada y el SARS-CoV-2”, donde se afirma que la “posible causa” se ha encontrado.

 

Con este título tan sugerente, nos animamos a seguir leyendo la noticia con la que poco a poco nos vamos desencantando porque está llena de imprecisiones y de falta de rigor científico, con expresiones tales como “posibles casos”, “hipótesis” o “hipotético mecanismo”. Cabe recordar que el método científico se basa en hipótesis, es decir, una suposición hecha a partir de unos datos que sirve de base para iniciar una investigación o una argumentación. Cada hipótesis se tiene que comprobar posteriormente para saber si era cierta o no lo era. En el escrito de Gastón Añaños, se plantean una serie de suposiciones que no se comprueban. Falta el análisis estadístico de los datos, los criterios de selección de grupos de estudio, la referencia al comité de ética que ha revisado el estudio y ha autorizado que se usen los datos de los pacientes y un largo etcétera de requisitos para considerarse un estudio científico fiable. Es un escrito especulativo, no aporta ningún dato experimental que muestre la peligrosidad del polisorbato 80, como parecía indicar en su título. Los datos aportados no sustentan las conclusiones. Ni tan siquiera se muestra un análisis de asociación de variables, también podría haber relacionado el color de la etiqueta del medicamento con la  enfermedad  COVID-19,  por  poner  un  ejemplo. La bibliografía  usada  es  claramente defectuosa. Apenas hay un par de citas a textos científicos.

 

Las vacunas se componen de cuatro componentes principales: Un immunógeno (es la parte del patógeno que se incluye en la vacuna para que el organismo lo reconozca y desarrolle anticuerpos contra ella), un adyuvante (se usa para potenciar la respuesta inmunizaría contra el inmunógeno), excipientes (se usan para estabilizar la formula y facilitar su conservación) y agua o suero salino para facilitar la inyección. Todos los componentes de las vacunas, y de todos los medicamentos en general, están sujetos a estrictos controles de seguridad. En el caso del polysorbato 80, se ha demostrado que es muy seguro a las dosis que se administran.

 

¿Cual es el problema entonces? El tiempo verbal utilizado. Usamos el tiempo verbal en presente cuando afirmamos un hecho comprobado y el tiempo verbal condicional cuando no está comprobado. En el escrito de Gastón Añaños y colaboradores, hablan en presente cuando están haciendo sugerencias que no están basadas en hechos científicos y solamente en el párrafo final ya incluyen un condicional: “la publicación de nuestro estudio podría abrir la puerta a estudios más profundos sobre la hipótesis de la interferencia inmunológica…”, expresando que todo lo que han expuesto es solo una hipótesis sin comprobar. Lamentablemente, estos errores lingüísticos inducen a confusiones que la comunidad científica tenemos que rebatir. Es por ello, que desde la Sociedad Española de Inmunología queremos destacar que no existe ninguna evidencia científica que avale la relación de la vacunación de gripe y la infección causada por el SARS-CoV-2. La vacunación es la intervención sanitaria que mas vidas ha salvado en toda la historia de la humanidad. Teniendo en cuenta que SARS-CoV-2 ha llegado para quedarse y que sigue circulando en la población, será mas que probable que la temporada de gripe llegue mientras sigue circulando el SARS-CoV-2. La vacunación frente al virus de la gripe, se hace ahora mas necesaria que nunca para no infectarnos con los dos virus al mismo tiempo. Disfrutemos de la compañía de nuestros seres queridos durante este fin de semana o periodo de vacaciones mientras nos preparamos para vacunarnos de gripe a la vuelta del verano.

 

Dra. María Montoya

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