Beber agua caliente es más beneficioso para la salud que el agua fría

Los medios de comunicación han publicado diferentes titulares sobre la temperatura del agua y su idoneidad para el consumo como los siguientes: “Beber agua caliente en ayunas, un hábito con beneficios para la salud” o “Sí se puede vencer el estreñimiento sin tomar laxantes”, por nombrar algunos de los más recientess. Estos son algunos ejemplos de noticias donde afirman que ingerir agua tibia o caliente tiene numerosos beneficios para la salud comparados con el agua fría. Sin embargo, ¿es cierto todo lo que nos cuentan?

Estas noticias inducen a pensar que el agua tibia tiene cuantiosos beneficios:

  • Ayudaría a perder peso porque favorecería las posibilidades de comer pocas calorías.
  • Hidrataría de forma más eficaz comparado con el agua fría.
  • Reduciría calambres menstruales debido al efecto calmante del calor.
  • Fortalecería el sistema inmunitario consiguiendo una total protección ante agentes externos como virus o bacterias.
  • Aliviaría el estreñimiento ya que invitan a pensar que el agua caliente produce espasmos intestinales que ayudan al tránsito.

¿En qué estudios se basan estos beneficios?

Ninguno de los artículos se sostiene con evidencia científica de ningún tipo. El primer artículo alude a la medicina tradicional china, una práctica ancestral implementada en su sistema nacional de salud.

¿Hay algo de cierto detrás?

Es cierto que el agua es esencial para nuestra salud y el buen funcionamiento del organismo. La ingesta de agua reduce el estreñimiento, que ocurre cuando el colon no dispone de una buena hidratación(1), mantiene la salud celular, facilita la distribución de nutrientes, participa en la eliminación de residuos y regula la temperatura corporal.

Sin embargo, no existen diferencias entre beber agua fría o caliente ya que esta será absorbida indistintamente por los intestinos, y si no se absorbe, provocará diarrea.

Otros estudios incluso afirman que no hay evidencia científica que demuestre que ingerir mucha agua mejore la funcionalidad de los órganos, ni ayude a perder peso ni favorezca el tono de la piel.(2)

Lo sensacionalista de estas noticias es el hecho de concederle más beneficios a la ingesta de agua de los que en realidad posee. Se hace especial hincapié en el poder de los superalimentos como sustancias saludables y terapéuticas que pueden sustituir la medicina convencional, muchas veces asociada con efectos negativos para la salud.

¿Con qué nos quedamos de todo esto?

Las afirmaciones que se hacen en los artículos no están basadas en ningún tipo de evidencia científica y por tanto cabe sospechar que exista parte de exageración o incorrección en la información proporcionada.
Según la Sociedad Americana de nefrología, no hay evidencias científicas significativas que atribuyan al agua algunos de los beneficios mencionados en estos titulares.(2)

La OMS advierte que estos tratamientos basados en pseudociencias carecen de una base científica, no están reglados y son de venta sin prescripción, lo que puede comportar riesgos para los pacientes y la sanidad pública en general.(3)

Judit Lloret Llorens (Biotecnológa, Redactora Científica de Et al. Scientific, SLNE)

Referencias:
[1] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28450053
[2] https://www.sciencedaily.com/releases/2008/04/080402120522.htm
[3] https://www.who.int/mediacentre/news/releases/2004/pr44/es/

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