Casi 4 de cada 10 españoles creen que el coronavirus fue creado en un laboratorio

Es la pregunta que los investigadores de la Universidad de Cambridge han formulado a los ciudadanos de 5 países: Reino Unido, Estados Unidos, Irlanda, México y España.  El estudio publicado en la revista Royal Society Open mostró que ciertas teorías de la conspiración sobre el COVID-19 se han arraigado en gran parte de la población.

España encabeza los resultados. El 37% de los españoles cree que el coronavirus fue creado en un laboratorio de la ciudad china de Wuhan. Le sigue el 33% en México, el 26% en Irlanda, y el 22 y 23% en Reino Unido y Estados Unidos respectivamente.

A esta teoría se le suma la teoría de que la pandemia es parte de una conspiración para aumentar los niveles de vacunación en el mundo.  En este caso, el 22% de la población en México cree que es fiable, el 18% en Irlanda, España y Estados Unidos, y el 13% en Reino Unido.

El 5G y COVID19

Por otro lado, el estudio recoge teorías de conspiración sobre la Tecnología 5G. Grupos de negacionistas  llevan meses sosteniendo sin ningún tipo de evidencia física que lo avale que las torres de telecomunicaciones son las causantes de muchos de los síntomas del COVID-19. Sin embargo, solo el 16% de la población española cree en esta hipótesis.

Edad y desinformación

Con estos datos, los investigadores sacaron diversas conclusiones. En primer lugar, que la edad incide en la desinformación. Por ejemplo, en España, las personas mayores tienden a creer más en bulos de salud.  En segundo lugar, también identificaron la afiliación política como un factor importante en la propagación de las fake news. Así, ciudadanos afiliados o simpatizantes de partidos conservadores o más de derechas, tienen mayores probabilidades de creer en las teorías conspiratorias del coronavirus.

En la conclusión del estudio, Sander Van der Linden, director del Laboratorio de Toma de decisiones Sociales de la Universidad de Cambridge resume: “Ciertas afirmaciones de información errónea son consistentemente vistas como confiables por secciones sustanciales del público. Encontramos un claro vínculo entre la creencia de conspiraciones de coronavirus y la vacilación en torno a cualquier vacuna futura. Además de señalar las falsas afirmaciones, los gobiernos y las empresas tecnológicas deberían explorar formas de aumentar la alfabetización de la población en los medios digitales. De lo contrario, el desarrollo de una vacuna que funcione podría no ser suficiente».

 

 

 

 

 

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